lunes, 11 de febrero de 2013

Un Ibis sagrado en medio de Barcelona

En Barcelona es fácil encontrarse con especies de aves invasoras, especialmente las cotorras argentinas. Lo que nunca había imaginado es que algún día pudiese cruzarme con un Ibis sagrado (Threskiornis aethiopicus).


Este ejemplar fue visto el 4 de febrero en el Parc de la Ciutadella acompañada de unas cuantas gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus). En los siguientes días, a pesar de visitar casi diariamente el parque, no volvió a aparecer.


El Ibis sagrado es una especie nativa del África subsahariana; con algunas poblaciones en el sur de Irán, Madagascar y Aldabra. En Francia existe un núcleo reproductor y algunos de los ejemplares que se observan en España pueden proceder de esta población, aunque lo más posible es que venga del Zoo de Barcelona, sabiendo que éste es contiguo al parque. 


El problema de tener  especie en nuestro territorio, es que entre sus presas habituales se encuentran especies amenazadas (insectos, anfibios,...). Además, se ha comprobado que afecta notablemente al éxito reproductor de algunas especies de aves por depredación (fumareles, charranes, avocetas, avefrías, ánades, garcillas) y por competencia por los lugares de cría (garcetas y garcillas).

Pero seguro que más de uno lo que quiere es saber de dónde le viene el carácter de "sagrado". Resulta que en la época de los faraones, éste era considerado un pájaro sagrado por los egipcios, pues suponían que sus gritos al amanecer, eran un homenaje a la salida del sol, Ra. Además, creían que era un mensajero del dios Tot (el de aquí a la izquierda), considerado como el dios de la sabiduría, la escritura, la música, los conjuros y hechizos mágicos y con autoridad sobre todos los dioses.

Por eso, los ibis sagrados eran venerados, embalsamándolos y enterrándoles en cántaros de barro a su muerte. De todo Egipto llevaban los ibis muertos para colocarlos en los lugares sagrados, como la importante necrópolis de Saqqara y la de Hermópolis, en donde se descubrió un laberinto subterráneo cavado en la roca, a 34 metros de profundidad, en el cual se contaron cuatro mil urnas para los ibis, además de la sala para el embalsamamiento y un altar, en donde se encontraron tres esculturas de madera dorada de dos ibis y un babuino, además de infinidad de estatuillas pequeñas.


6 comentarios:

  1. Gran estreno Pancho! Ya sabes que me fastidió mucho no ver el ibis, otra vez será...Me ha parecido muy interesante que profundizaras en la antigua cultura egipcia

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    1. Thanx Dani!! Esta semana si quieres vamos a ver si está xD

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  2. Estupendas fotos y excelente observacion,enhorabuena.Saludos

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  3. Hola, estudié en el instituto que hay junto al lado del parque, y habíamos visto unos cuantos ibis en invierno. El profesor de Biología (profesor Palou?) nos avisó, y a mi me causó mucha impresión. No recuerso si ocurria cada año o sólo lo vimos una vez. Cuando paso por el paque en invierno siempre miro a ver si están. Gracias por tu blog.

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    1. Que suerte estudiar en ese instituto pues. Gracias por comentar tu experiencia con el Ibis. Saludos!

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